Tú, apasionado del motor, pon a punto tu viejo automóvil, da brillo a su carrocería, llena el depósito de combustible, vístete con tus mejores galas y lánzate a la carretera. Este vehículo te queda como anillo al dedo. Luce tu joya automovilística. Ahora cuesta arriba, ahora cuesta abajo. Con este clásico, ¿verdad que te sientes como un rey?