Tú, apasionado del motor, pon a punto tu viejo automóvil, da brillo a su carrocería, llena el depósito de combustible, vístete con tus mejores galas y lánzate a la carretera. Este vehículo te queda como anillo al dedo. Luce tu joya automovilística. Ahora cuesta arriba, ahora cuesta abajo. Con este clásico, ¿verdad que te sientes como un rey?

27 febrero, 2015