Es un lugar de cita para los enamorados, los sedientos de nostalgia y los melancólicos; también es un rincón ideal para el paseo en las soleadas tardes de invierno. Desde el mirador del Paseo del Salón, uno los espacios más bellos de Segovia, el transeúnte goza de una vista excepcional de la sierra de Guadarrama y del arrabal de San Millán. Una actividad tan simple como sentarse en uno de los bancos del jardín y observar cómo se acaba el día se puede convertir en el mejor ejercicio para disminuir el estrés y fortalecer el espíritu.

7 febrero, 2014