Ahora en diciembre, las calles de la ciudad respiran un aire de fiesta. Hace treinta años, el Comité del Patrimonio de la UNESCO inscribió a “La ciudad vieja de Segovia y su Acueducto romano” en la Lista del Patrimonio Mundial. Con esa declaración, Segovia se colocaba ante los ojos del mundo y se reconocía su extraordinario valor universal. El Acueducto romano, la vieja Catedral gótica o el imponente Alcázar son algunos de los monumentos emblemáticos que hacen de Segovia una de las ciudades más visitadas de España. En cada uno de sus rincones, en cada paso que el caminante da por sus calles, plazas y paisajes se respira tradición, arte e historia. Nuestro deber es conservar ese legado, pues preservando la herencia de nuestros antepasados protegemos también la esencia de lo que somos.

14 diciembre, 2015