Hay un muro en la ciudad donde aparecen representados unos personajes típicos castellanos. Por mucho que lo intentes te resultará imposible escapar de sus miradas: si no es uno, es otro; aquellos hombres dibujados en blanco y negro sobre la pared de ladrillo te observan incansables. Quizá este dibujo no es más que una alegoría del tiempo que nos ha tocado vivir.

2 octubre, 2015