En tan solo una década la tecnología ha cambiado la vida humana de forma irreversible. Nuestra forma de acceder a la información es diferente, nos relacionamos con los demás a golpe de click. Somos esclavos de la tecnología que, implacable y tenaz, domina nuestras vidas. A lo que nos estamos enfrentando es a una mayor velocidad de la comunicación. Esto trae como consecuencia mayor brevedad en los mensajes y menor profundidad. El libro se sustituye por el tuit, y este es el reto de las nuevas generaciones: mantener nuestra cultura y civilización con los medios de que dispondrán. Nosotros quizá seamos incapaces de adaptarnos plenamente, pero la maravillosa mente de los niños siempre hace milagros.