“Hoy es siempre todavía”, nos dijo el poeta sobre el paso del tiempo. A los pies de la muralla, el espíritu de Machado sigue latente. El poeta sevillano, que residió en Segovia entre 1919 y 1932, solía pasear por estos lugares, quizá con una libreta que luego se transformaba en versos universales. En parajes como este se une el soñador espíritu romántico con el recio realismo de la piedra castellana. No lo dudes: Machado, una de las voces más lúcidas de la poesía española, sigue entre nosotros

23 febrero, 2017