No hay peor cárcel que la que se construye uno mismo ni peor carcelero que el propio miedo. Sin confianza aparecen los grilletes y las rejas, pero a veces nos sentimos más seguros cuando nos refugiamos en nuestra prisión. Un dicho popular reza: “Si de tu vida cárcel haces, preso serás de tu existencia”.

29 octubre, 2014