El primer temporal del invierno irrumpió de noche: en tan solo unas horas unos copos finos cubrieron la ciudad de madrugada. Segovia se sabe bonita cuando la nieve se posa en calles y tejados. Esta vez la nevada tan solo estaba de paso; a medida que avanzaba la mañana la nieve se fundía a causa del sol, los árboles volvían a su desnudez y la gente a su tarea cotidiana.